Encuadernamos de manera artesanal, personalizada y bajo encargo.
Os mostramos algunos ejemplos de los tipos de encuadernación más comunes, pero hay muchos más. Recuerda que estamos creando, y en Ductus todo es posible, así que puedes proponernos cualquier idea o proyecto y buscaremos la menea de realizarla.
La encuadernación de tapa dura es la base de todas las encuadernaciones. Requiere de un forrado con material flexible y resistente como tela o papel laminado para la articulación. En el interior las guardas, personalizables, sujetan el cuerpo del libro con las tapas. En este caso el interior es un acordeón desplegable, que mediante la unión de tramos podemos alcanzar cualquier longitud.
La encuadernación copta es el origen de todos los estilos de encuadernación contemporáneos y se remonta a los inicios del cristianismo en Egipto. Hoy en día está completamente vigente porque aplicamos nuevos materiales y nuevos conceptos que traen a este estilo al mundo actual. Nos permite encuadernar si tener en cuenta las articulaciones, ya que tapa y contra se unen mediante el cosido de hilo. Su apertura es perfecta, de 180º.
La encuadernación belga o criss cross es muy peculiar. Las tapas se componen de piezas sueltas sujetas por el cosido. De manera que el lomo es una pieza independiente. Esto nos da mucho juego para utilizar diferentes materiales como madera, metacrilato... Al igual que ocurre con la copta y la de cosido visto, el color del hilo interviene en todas las partes del libro. Su apertura es perfecta, de 180º.
La encuadernación con cosido a caballete consiste en la unión de pliegos en un solo cuadernillo y su cosido al lomo. En este cosido se incluyen las tapas que suelen ser blandas. También es posible tapar el cosido con las tapas habiendo un lomo recto. Hay que tener en cuenta el número total de páginas y el gramaje del papel.
Esta encuadernación comparte las mismas características que la anterior de acordeón, pero el cuerpo del libro está cosido en cuadernillos, que dependiendo de las características, pueden ser de 4, 8, 12, o 16 páginas.
Este estilo es similar al copto, con la diferencia de que el cosido no se ve en portada ni en contra. También nos permite jugar con las tapas porque no necesitamos tener en cuenta la articulación. Al igual igual que ocurre en el estilo copto, la impresión de los cuadernillos y el color del hilo intervienen en el diseño del libro. Su apertura es perfecta, de 180º.
La encuadernación japonesa utiliza el hilo para sujetar las tapas al interior del libro, de manera que el cosido abarca una zona amplia del lomo del libro, haciendo que la apertura sea muy peculiar.